Sí, ya sé... Es incómodo. No, no es lo mismo... Es antinatural, no podés sentir bien a tu compañera y ella tampoco a vos, tiene olor a goma y cuando lo frotamos parece caucho quemado... ¡Es realmente horrible en muchos aspectos...! ¡Sí, ni hablar!
Pero... Si realmente no estás seguro de si tu compañera/o está sanita/o, si no estás seguro/a de que no va a hacerse chequeos periódicamente al médico, si acabás de conocerla/o y te da toda la impresión de promiscuidad, de bardito, de que hoy está con vos y mañana con otro/a, si no te insiste un buen rato con que lo uses, aunque finalmente la convenzas de que confíe en vos, que vos estás sano --siempre y cuando sea verdad...-- y que no hace falta, es decir: si tenés la más mínima duda...
¡No seas forro/a...! ¡Ponete/le uno! Y evitate y evitale a tu compañero/a muchos graves problemas...
¡Cuidate y cuidá a tu compañero/a!
Si tenés dudas, ¡USA FORRO!
Un abrazo,
Claudio Fimiani
www.clauonline.com.ar
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