martes, 29 de diciembre de 2009

Un agradecimiento y un homenaje, para despedir el 2009

    La semana pasada me llegó un mail de la producción de TN felicitándome porque la nota Buscamos a Enrique -en la que el 12 de diciembre del año pasado yo y mi familia buscábamos con angustia a nuestro padre, de 83 años, que se había perdido al ir a la manifestación del 10 de diciembre de 2008 por los 25 años de Democracia- estaba nominada entre las mejores 150 de más de 60.000 publicadas en ese portal y se nos invitaba a la fiesta de entrega de los premios Mario Mazzone 2009 al periodismo ciudadano en la que, finalmente, no recibí el premio mayor -ya que hubo otras notas y videos mucho más populares y con mayor llegada en la ciudadanía- pero sí una mención de honor de parte de Sergio Lapegüe ni bien comenzado el acto de entrega de premios y un obsequio simbólico (el último disco de Cerati junto con una púa del guitarrista) de parte de los productores del programa.


Sin embargo, para mí fue muy emotivo este reconocimiento. Quiero contarles entonces las cosas que se me venían a la cabeza cuando me enteré de la nominación:


    Pensé que, lamentablemente, nuestro viejo, Enrique, ya no está físicamente entre nosotros... Pero... no tengo dudas de que él también estuvo presente en el acto, mirándonos desde allá arriba junto con el señor Mario Mazzone, el negro querido, para quienes han tenido la suerte de tenerlo de compañero y amigo.
    Pensé que hubiese sido un verdadero honor recibir un premio que lleve el nombre de quien no solo fue un intachable profesional sino también, según quienes lo conocieron, algo más importante aún: un tipazo y un gran ser humano.


    Y pensé... ¿qué mejor que aprovechar esta ocasión y el final de un año muy difícil tanto para el país como para nuestra familia, para rendir homenaje a estos dos ejemplos que tanto nos hacen falta como sociedad?


    Mi viejo nos enseñó desde niños valores como la libertad, la justicia, la democracia, la tolerancia, el respeto al que piensa distinto...


Por eso espero que en estas Fiestas esta mención de honor hacia la nota de mi viejo, nuestro viejo, don Enrique, contribuya a fomentar la unión y la paz que tanto necesitamos como Nación y como comunidad.


    Muchísimas gracias entonces por esta importante mención que tiene un valor muy emotivo para mí y para mi familia, gracias al equipo de periodistas que formó parte del jurado, gracias por supuesto a TN y la Gente por haber sido el nexo, el primer eslabón de una larga cadena de solidaridad que se fue multiplicando. Solidaridad que afortunadamente sigue existiendo en la Argentina, porque cuando pedís ayuda de corazón, la gente está, y está desinteresadamente.


    Uno a veces despotrica contra nuestro país... pero durante aquellos días de tanta angustia recibimos llamados y mensajes desde todo el país, desde todos los sectores de la comunidad con un nivel de preocupación, afecto y sensibilidad que realmente nos llenaba de paz y de fuerza para seguir adelante hasta que por fin pudimos encontrarlo a la semana, gracias a la ayuda mancomunada de todos. Y esto dista mucho de ser una frase hecha, porque realmente fue así.

    ¡Muchísimas gracias a todos y feliz Año Nuevo!


    Klau Fimiani y familia



Un abrazo,

Klau Fimiani

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hoy todos quieren conchetear

Hace un par de años que quiero escribir este post. Pero quise dejar pasar el tiempo para ver si lo mío era una observación demasiado subjetiva, temporal, parcializada, apresurada y, por lo tanto, errónea.

El tiempo -tristemente- me demostró todo lo contrario: no solo tenía razón en aquella primera observación, sino que cada vez que pasa el tiempo tengo más razón todavía, porque este raro fenómeno globalizador que enaltece la "normalidad", la "felicidad", la "belleza" y el ser así todos igualitos, como fabricados en serie, ya es pasión de multitudes...

Desde el viejo punk de la esquina que ahora tiene una fábrica de no sé qué muñequitos y es un exitoso "pequeño empresario", hasta el militante de izquierda -que hasta hace un par de años se llenaba la boca predicando contra el imperialismo y la sociedad de consumo- pasando por los pibes cartoneros, todos quieren entrar en el mundo de los super celulares hi-tech y las super zapatillas de $600.
¿Pero qué les pasa, me quieren volver loco o les lavaron el cerebro...?


Y no sólo eso, ahora todos -además de pseudo conchetos- se volvieron maduros, fríos, racionales y pragmáticos cual ministro de Economía, y con una novedosa e inédita papa en la boca como una mala imitación de Macri acompañada por una brillante y falsa sonrisa de político de derecha en campaña, te salen con definiciones "maduras", como éstas:
"¡Madurá, Claudio...! El rock, la rebelión, el hippismo, el punk, las transgresiones, el anarquismo, el idealismo, la libertad absoluta y 'todas esas cosas', fueron solo simples manifestaciones de la adolescencia... y tanto vos como yo hace rato dejamos de ser adolescentes... Ahora solo tenemos que dedicarnos a trabajar y formar una buena familia..."


O el consabido verso expresado por los más culpógenos, aunque no menos hipócritas que el resto: "¿Sabés qué pasa? Yo me meto bien en el sistema, para destruirlo desde adentro..."

O varias ex amigas de la adolescencia, ex heavys y punks posta en los primeros '80s, esas que pegaban patadas por todos lados con sus pesados borcegos, esas que insultaban a las chetas perfumaditas en la cara, esas que insultaban a los policías en una época que nadie se atrevía siquiera a mirarlos, esas que pegaban alaridos primales y ováricos en medio de las silenciosas noches porteñas, cuando la mayoría -a fuerza de costumbre- aún ni se animaba a hablar, te gritaban 'blando y careta' si te reías demasiado seguido o eras demasiado complaciente, esas que escuchaban V8, Motorhead, Judas, Sex Pistols y hardcore casi las 24 hs. del día, que se tiraban así nomás en el piso sucio con sus camperas de cuero, sus tachas, muñequeras y cadenas en pleno verano, para chupar unas birras frías, y que me encontré hace poco en el Facebook después de como veinte años y que ahora escuchan a Ricky Martin y la música más comercial que te puedas imaginar, lucen como verdaderas damas, cuidan sus modales, sonríen, laburan todo el día en importantes empresas y además son amas de casa y sacrificadas mamás tradicionalistas, como lo fueron nuestras viejas...


¿Así que todo aquello que nos juramos en un verdadero pacto casi de sangre y de por vida quedó reducido a una mera moda, a una etapa a superar, a una especie de molesto acné o sarampión adolescente? ¿Para qué se rebelaron en su adolescencia con tanta furia, contra sus padres, contra el sistema, el poder, la sociedad toda y la mar en coche, si cuando "adultos" están haciendo lo mismo -o incluso peor, mucho más sofisticado y sutil, es decir perfeccionado- que antes criticaban y rechazaban de plano con todas sus energías...?

Hablan de ellos mismos, recordando aquellas épocas de rebeldía -en el caso de que no hayan decretado una amnesia de su pasado y recortado esa etapa como varios casos que conocí...- no con nostalgia u orgullo, sino con vergüenza, como si hablaran de un hijo con problemas mentales: "Eh... es que esa época la tengo medio borrada de la memoria..." "Es que estaba loquita, Claudio", me dijo hace poco una vieja compañera de aquellas gloriosas épocas (aproximadamente 1981-1987) que también me reencontré en el Facebook, con quien "luchamos por el metal" codo a codo, boreceguí a borceguí y muñequera a muñequera, en las calles de Buenos Aires en los días finales de la dictadura y los primeros días del renacimiento democrático. Otro viejo amigo que reencontré por el mismo medio me dijo "era un pendejo zarpado totalmente inconsciente, que no sabía lo que hacía. Ahora maduré, crecí, me calmé y me arrepentí de muchas cosas".

Así las cosas, a mi generación, que se perdió experimentar el heroicismo de las luchas de clases de los '60s y '70s -que demostraron claramente que tanto el capitalismo como el comunismo son las dos caras de la misma moneda perversa e injusta, una moneda que ya no garpa- y que también se perdió a Woodstock y toda la movida espiritual que sacudió al mundo por aquellos años, ni siquiera parece quedarle el gustito de haber ganado -o al menos peleado hasta el final de las fuerzas- la batalla de la "rebelión parakultural" que se esbozaba allá por los primeros '80s. Y una vez más, como en 1976, en 1989 y en 1995, parece triunfar el vacío y lavado pragmatismo del sin sentido, el conformismo, el convencionalismo, la hipocresía, la repetición sistemática y automática (¿inconsciente?) de las viejas, viciadas -y totalmente perimidas hace añares- estructuras y pautas de conducta, la chatura y la "normalidad" prejuiciosa y excluyente.


Y dale que va...

Solo unos pocos seguimos siendo casi tan inconformistas como cuando adolescentes y seguimos pensando que la vida es mucho más que solo trabajar, hacer plata, vestir a la moda, formar "una linda familia" para así todos juntos, sanamente y en familia, sentarnos a la mesa a cenar viendo a Tinelli (¡Puaj!) o a Susana (¡Puaj!), y/o ir a la cancha los domingos con los pibes y/o ir a bailar con amigos y/o hacer aburridas "claringrillas" entre semana -jamás leer un libro que haga pensar...- y/o ir un rato al gym o al club y/o juntarte con familia y/o "amigos" a ver cine shampoo y comer pop corn o palomitas de maíz (jamás "pochoclo", que es como siempre hemos denominado los argentinos al maíz inflado) y/o... pará de contar...


Sin embargo, también es cierto que yendo todo el tiempo a contramano de la masa, del rebaño sumiso, es muy desgastante después de tantos años seguir dando explicaciones, como el primer día a los 15 años, de por qué sos cómo sos, como Luca a la rubia tarada... No entienden que uno pueda ser nada más que uno mismo, se han olvidado tanto de lo que significa simplemente ser uno mismo, se han alejado tanto de sí mismos, que solamente por expresarte libremente -tengas la edad que tengas- piensan que estás en una actitud de ataque, de rebelión o de ridícula inmadurez. A ese punto llegó la estupidización masiva.

 ¿Habrá que dejarse de "boludeces", entrar de lleno en el sistema y ponerse a conchetear, entonces...? Eso sería renunciar a ser seres humanos, individuos y sujetos, para auto reducirnos concientemente a sólo simples objetos de consumo, objetos consumiendo objetos, por más geeks o "hi-tech" que seamos. ¿No nos merecemos y tenemos derecho como seres humanos a un poco más que eso?


Un abrazo
Klau

sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Quién es Klau Fimiani...? (para quienes quieran conocerme más)


P: -¿Quién sos...?
K.F.:-Soy básicamente un espíritu encarnado en un ser humano, habitante y ciudadano del Planeta Tierra, quien intenta ser lo más consciente posible, evolucionar espiritualmente y ser 100% auténtico, simplemente yo mismo, sin dejarme condicionar o influenciar demasiado por el medio en el que me toca coexistir y cohabitar.

P: ¿Te cuidás?
K.F.:-Ya no tomo alcohol -salvo raras ocasiones, que últimamente son varias...- y desde el invierno pasado ya no fumo tabaco ni nada. Pero no me privo de una Cocucha de vez en cuando... Pero amo la vida sana, saludable y natural. Ya descontrolé por demás, por varias vidas -desde mi niñez hasta hace poco- y probé todo lo que tenía que probar y más... Ahora me siento mucho mejor cuidándome y quiero seguir así. Pero, claro, como nos pasa a tantos, con el frío suelo guardarme -sin complejos ni culpas- como el oso goloso y perezoso a invernar, léase: dormir, comer mucho, rico y de todo un poco, muchas veces en la cama -incluyendo algún que otro bomboncito-, hacer el amor, ver tele, tomar cerveza, vinos ricos, comer tortas y otras yerbas...

P: -¿No hacés deportes?
K.F.: -Sí, justamente todo eso que consumo, toda esa comida y bebida, la compenso entrenando mucho con la bici, saliendo a caminar y a correr al parque y en primavera-verano vuelvo a hacer algo de dieta, hasta las Fiestas, claro... Un poco para que mi querida pancita no crezca demasiado, pero más que nada para sentirme bien y no perder demasiado el estado.

P: Algo me dice que no sos vegetariano...
K.F.: -No, aún en las épocas del año en que me cuido más, no soy vegetariano y mucho menos vegano. La ensalada la acompaño siempre con carnes. Amo las carnes, en todo el sentido de la palabra. También los quesos, las cremas y la leche. Cultivo la espiritualidad para algún día partir de este cuerpo, pero hoy por hoy de carne somos... ¿o no?

P: -¿Cómo sos en tu interior, como ser humano y como hombre?
K.F.: -Dejando de lado lo que comemos -lo cual dice muchísimo de nosotros-, soy un tipo contenedor, sensible, afectuoso y espero lo mismo en una mujer.

P: -¿Cultivás tu espiritualidad?
K.F.: Así es... Practico desde hace años meditación e introspección, que junto con el existencialismo es el camino para desarrollar nuestro espíritu, el sexo tántrico y el nudismo. Estas cosas me dan mucha libertad, felicidad y plenitud, en especial el nudismo, ya que es el estado más natural, el que Dios -o como quieran llamarle- nos trajo a este mundo y nos llevará de él.

P: -¿Qué opinás del porro?
K.F.: Nada en especial. El que quiera fumar, que fume en libertad. Por mi parte, la única yerba que estoy consumiendo actualmente y a la que soy casi adicto es la yerba mate. Casi siempre estoy tomando mate. Y ojo, no soy uruguayo, soy porteño hasta la médula. Pero mi más grande sueño es vivir en el campo, rodeado de naturaleza agreste, soledad y la menor cantidad de gente posible.

P:- ¿Podríamos deducir que sos un poco antisocial o hermitaño?
K.F.: -Como decía Tolstoi, no es que me moleste la gente, pero estoy mejor sin ella...

P: -¿Qué amás, qué te apasiona, Claudio?
K.F.: -Amo el sol, el calor, el mar, el verano. También me gustan las noches cálidas y trasnochar. Pero detesto el frío y el invierno, así como la frialdad en los seres humanos.
También amo la música, el cine, la fotografía, la pintura y todo el arte en general. Nadie debería permitirse pasar por la vida sin gozar de tanta belleza disponible y casi gratis...

P: -¿A qué te dedicás actualmente, cómo te ganás la vida?
K.F.: -Ese es el aspecto más mundano y menos importante: lo que hacemos, las máscaras que usamos socialmente, el personaje que adoptamos en este teatro de la vida, para sobrevivir lo mejor posible... en mi caso es justamente el teatro, la actuación. Soy actor y modelo vivo. También hago otros trabajos como por ejemplo profesor de computación, protección anti-hackers de computadoras a domicilio, compro y vendo CDs, alquilo habitaciones en casa, etc...

P: -¿Para vos el trabajo es un medio o un fin en sí mismo?
K.F.: -Obviamente es un medio para poder vivir mejor, pero eso está totalmente pervertido y se ha vuelto un fin en sí mismo... Particularmente, no estoy tan loco ni soy masoquista, en estas condiciones no me gusta trabajar -al menos no de la forma tradicional- ni la esclavitud a la que se sume muchísima gente toda su vida por dos pesos con cincuenta. Y encima lo cuentan con orgullo como si fuese una gran hazaña, en vez de sentir pena o bronca por sí mismos, por sacrificar sus vidas para enriquecer a sus patrones... Y para peor, se lo inculcan a sus hijos desde niños, como si el arrastrarse y autohumillarse fuese algo heroico, para imitar... Yo solo hago lo que me gusta, más allá de cuánto me paguen. No podría hacer algo que me disguste, aunque sea un poco, ni por todo el oro del mundo.

P: -Hablemos del amor, ¿es posible en este mundo de hoy?
K.F.: -Sí, claro que es posible! Pero creo que el verdadero amor, es no solo libre sino también incondicional. Lo otro, lo que abunda lamentablemente, son juegos de poder y ego, disfrazados de amor...

P: -Más allá de la imagen de divertido y liberal que te encargás de dar, en el fondo se advierte un tipo serio, por demás normal, ¿qué hay de cierto en eso?
K.F.: -Soy un tipo super divertido, pero tranqui, ojo... Solo me río -desde el estómago- cuando de verdad me dan ganas y soy cero careta, jamás ando por ahí con una sonrisa falsa o forzada por compromiso, para quedar bien, solo para complacer a los demás. Me importa tres pitos el qué dirán.

P: -¿Admitís algún defecto?
K.F.: -¡Pero claro! ¡Soy un simple ser humano! Un defecto totalmente asumido es que me amo demasiado a mí mismo. Y a la vez me doy con un caño, me sobre exijo... Una amiga psicóloga me decía con humor que hasta que no me desenamore un poco de mí no lograré volver a enamorarme de una mujer y tener una relación estable y duradera... Quien sabe. Por lo pronto sé que de verdad me encantaría volver a enamorarme y que, obviamente, esa mujer me acepte 100% tal cual soy. O como mínimo, el 99%. De todas formas creo ser mucho menos egocéntrico de lo que era cuando era más joven, que era verdaderamente insoportable e infantil...

P: Ok, gracias, Klau.
K.F.: De nada. Un abrazo infinito a todos los que lean.

jueves, 26 de noviembre de 2009

¡Qué vuelvan los vinilos!

Poco a poco, bandas y solistas nacionales e internacionales están lanzando sus grabaciones -además de en CD- en formato vinilo, nuevamente. Como diría nuestro amigo yanqui, el master del programa de Florencia Peña, ¡¡ENHORABUENA...!!

¡Era hora que las compañías discográficas -multinacionales e independientes- empiecen a escuchar lo que ya es un clamor de multitudes en el mundo entero!

Algunas lógicas razones de esta -aún incipiente- vuelta:
  • El factor melanco-emocional para quienes hemos convivido décadas y décadas con el querido y noble vinilo.
  • El factor melanco-emocional antes mencionado, transferido de padres a hijos, quienes con lógica envidia mueren por experimentar esa sensación, esa relación con el objeto vinílico, que el frío, moderno y poco amigable CD les robó (y ni qué hablar de los pequeñitos iPods portadores de miles de MP3s) y que creían para siempre perdida, salvo algún que otro raro vinilo de colección que siempre hubo en el mercado alternativo, mostrando su firme intención de no desaparecer jamás.
  • La relación con el vinilo es totalmente distinta que con el CD: para empezar es grande, generoso, tenerlo entre las manos es casi como tener un cuadro, un póster, es más que tener un libro, es pesadote, visualmente atractivo, gruesito, colma tu campo visual acercándolo un poco, podés tocarlo, contactarlo, acariciarlo, el interior de los sobres de los importados a veces tienen -además de posters gigantezcos de excelente calidad- perfumes (recuerdo los importados de Kiss, que yo cuando los coleccionaba en mi rockera adolescencia llegué a preguntarme si no le pondrían algún tipo de extracto que genere adicción, porque tanto yo como mis amigos nos pasábamos -luego del largo y casi orgásmico ritual de tajear cuidadosamente para que no se abra más de lo estrictamente necesario el celofán del termosellado y así abrir el sobre de las cubiertas sin romperlo- "drogándonos" aspirando ese delicioso perfume que parecía venir de otra dimensión y otro mundo, mucho más evolucionado que éste...
  • Y también leí por ahí que, cosa realmente muy extraña, parece ser que algunos sonidos se pierden en el formato digital y no así en el análogo de los vinilos. Es raro, porque el sonido digital es el sonido master en estado puro, sin ningún tipo de apoyo, sin la fritura del vinilo ni el silvido grosero de los cassettes o tapes. En esto todos estamos de acuerdo: muerte definitiva al cassette, solo pueden servir como memorabilia, como vintage, para coleccionistas de antigüedades, pero quedó bien demostrado que las "cajitas" no funcionan, ya que la calidad del sonido es malísimo y estéticamente, como objeto, no colma ni las mínimas expectativas. Mucho peores que los magazines que según me apunta mi cliente, colega melómano y amigazo, Juan Carlos -comprador y vendedor de discos como yo- eran bastante buenos y tenían 8 canales. Sin embargo, en el caso de la vuelta del vinilo, no creo que se trate de una cuestión de mayor calidad sonora, el sonido digital del CD es altamente superior, por no decir perfecto y no creo que pueda ser perfeccionado mucho más y si uno los compara está claro que el del vinilo -aún nuevito y sin frituras- es inferior. Pero sí es cierto que este último tiene una profundidad que el sonido digital no tiene. Esa profundidad sumada a alguna friturita aquí y allá le da otro tono a la música y al acto de escuchar música. Una calidez, una sensibilidad... En definitiva, una humanidad, que por supuesto el CD, en su natural perfección, nos quita. Por eso uno no termina de identificarse del todo con el objeto CD de tan perfectito y frío que es y sí en cambio no podemos dejar de identificarnos con el querido, el amigo, el grandote, fiel, cálido, copado, visual, casi humano, vinilo de siempre...

Para las discográficas -esta vez nunca mejor dicho- sería un negocio "redondo", ya que obviamente lo ideal sería tener los discos en ambos formatos o soportes, ya que ambos aportan sus beneficios y juntos forman un todo -ahora sí- perfecto.

Esperemos también que las fábricas de equipos de audio tomen nota de esta por ahora más que tímida tendencia mundial y acompañen esta vuelta, proveyendo a los nuevos equipos y centros musicales de una buena bandeja hi-tech en sus partes superiores. Sé que suena medio delirante, con mezcla de ciencia ficción y tunel del tiempo y muchos pensarán que esto es una loca utopía...
Sin embargo, me cuenta un amigo que viene de vivir en Alemania que allá es muy común, al mismo tiempo que acceder a lo último en tecnología, conservar lo bueno del pasado, incluído no solo coleccionar y escuchar vinilos, sino también... discos de pasta... Sí, sí, leyeron bien: ¡de pasta! (o acetato o cómo se llamen).

¿Ustedes qué opinan? Según Juan Carlos, soy un romántico idealista y estoy soñando si espero que este tímido retorno a las bateas argentinas sea algo más que una moda pasajera. Y probablemente, tenga razón...

De todas maneras, aunque más no sea por el placer de alimentar utopías, sigamos pidiéndolo: ¡Qué vuelvan los vinilos!

Un abrazo
Klau Fimiani

martes, 10 de noviembre de 2009

Mis primeras gloriosas -y soñadísimas- vacaciones familiares en Mardel...


Este es un post más de Fotolog, pero creo que vale la pena postearlo también en el Blog y el Facebook.

Lugar: Mar del Plata
Fecha: Calculo que esto fue en el verano de 1971 ó 1972...
Integrantes en la foto: Mi hermana más joven Patricia, mi vieja y mi viejo, tratando de civilizarme, sin mucho éxito... ¡En esa época detestaba que me saquen fotos...! (falta la otra mitad de la foto donde estaban mis otras dos hermanas, no sé dónde fue a parar...)

Recuerdo que cuando llegamos al bonito hotel, estallé en llanto (era muuuy caprichosito y estallaba en llanto por cualquier boludez) y grité: "¡¡¿¿Y Mar del Plata dónde está...??!!" Claro, yo me refería al mar... que todavía no habíamos visto y yo aún no conocía y moría por conocer...

En esas vacaciones también juré a los gritos, y así de la nada, en pleno éxtasis de armado de un castillito de arena por primera vez, con el abrumador silencio de fondo, solo interrumpido por el bullicio de gaviotines, otros niños jugando y el rugir de las olas del mar: "¡¡¡YO NUNCA ME VOY A CASAR, NI VOY A ESTUDIAR, NI VOY A TRABAJAR, NI VOY A HACER LA COLIMBA...!!!"

Esa adorable y soleada mañana en la playa de Mardel todos en mi familia se quedaron helados... tan helados y perplejos quedaron por ese extraño juramento que se lo comentaron en una postal a mi hermano, quien se había quedado trabajando acá en la Ciudad con mi tío. Más helados se quedaron con los años, cuando sin mucho esfuerzo -y salvo raras excepciones que justifican la regla, pues llegué a duras penas a terminar la secundaria y laburé en una decena de buenas empresas-, cumplí cada promesa que grité a los cuatro vientos a mis 4 añitos...

¡Por supuesto, me tuvieron que traer casi a la rastra de Mardel lanzando alaridos a todo el Universo, porque no me quería volver...!

Un año más tarde volví a experimentar la sensación de ser llevado un poco a upa, otro poco a la rastra. Fue cuando me llevaron de prepo a empezar la escuela primaria. ¡Obviamente yo no quería saber nada con la sola mención de esa posibilidad!

Paradójicamente, y contrariamente a lo que se podría pensar, fui hasta 5º grado -época en que desapareció mi hermano- uno de los mejores alumnos del cole... Tengo bien guardaditos -orgullosamente- los cuadernos que lo demuestran. Pero eso ya no tiene nada que ver con la foto. ¿O sí?

Un abrazo
Klau

lunes, 2 de noviembre de 2009

Mi ex, Claudia, la del pullover amarillo patito

Quienes me conocen bien saben que soy un agradecido. Un agradecido de la vida, de Dios y todo lo que la existencia me dio: unos padres inmejorables y lo más amorosos e incondicionales que un ser humano tiene capacidad de ser (y te juro que no exagero), una buena familia, decente y sana, y decenas de mujeres... no solo bellas por fuera sino lindísimos seres humanos en su interior también.

Y tuve la suerte que pocos hombres han tenido, de que muchas de estas mujeres ejemplares -siendo yo nadie, un cero total a la izquierda, sin un proyecto, sin nada- me han propuesto en su momento matrimonio y formar una familia. A mí, que casi no tenía un peso, que trabajaba a duras penas y que solo quería de la vida sexo y diversión. Sí, lo sé: era -y sigo siendo- un buen tipo, tal vez como pocos queden en el mundo, sé que eso vale mucho, ¿y para qué pecar de falsa humildad? la verdad es que también era bastante facherito. Pero bueno. Ellas no solo eran buenas tipas, con un corazón enorme, y muy bonitas, sino que hacían muchísimas cosas productivas con sus vidas, que yo ni siquiera había intentado o imaginado. La mayoría eran estudiantes universitarias, laburaban todo el día, y además tenían tiempo y energía para dedicarle a sus padres, familias y para salir a divertirnos...

En este post quiero recordar -y homenajear- a una de ellas, que tuve la suerte de conocer allá a mediados de los '90s.
Se llamaba Claudia. Sí, ya sé que salí con media docena de Claudias...

Para que te ubiques, es la del pullover color amarillo patito... sí, la rubia, la cordobesa, la señorita maestra de primaria que sus alumnos adoraban tanto como a sus propias madres... Miss sonrisa, Miss poeta... Ese Angel casi virgen que Dios puso en mi camino de pecador. Así la llamaba yo a veces: "mi angelito"...

Hoy pienso... qué tipo estúpido e inmaduro que fui. No solo con ella, sino en toda esa época de mi vida... Hizo muy bien en irse enojada de un portazo y no llamarme más, porque realmente me lo merecía. Y porque realmente no la merecía...

Ella, quien me llamaba a cada rato para recordarme que me quería y que con su dulce voz de niña me cantaba canciones románticas por teléfono y algunas me las dejaba grabadas en el contestador automático para que las escuche cuando volviese del laburo, un día me hizo un planteo, una propuesta concreta: formalizar la relación, armar un proyecto con miras a formar una buena familia en el futuro. Yo, muerto de miedo y muy cagón, le dije que no quería formalizar -ni con ella ni con nadie- por decenas de motivos que traté de inventar en el momento: básicamente que no quería compromisos, que solo quería sexo y joda -lo cual era cierto, en parte-, pero el vardadero motivo -que obviamente jamás le dije- fue... su sweater color amarillo patito, que además lo usaba bastante seguido... Yo, tan rocker y "canchero" como me jactaba de ser, no podía siquiera concebir que una chica que fuese mi novia-novia, mi novia posta, se vistiese así...

Los años siguientes la busqué en Internet varias veces, para darle el "sí" que en aquel momento no tuve los cojones para darle. Jamás la encontré. Seguramente debe estar felizmente casada y con muchos hijos y debe ser muy feliz, porque era una mujercita fuera de serie, ideal, casi soñada...

Pero en aquel momento fui ciego, cobarde y pendejo y cuando se alejó de mí enojada, llorando descorazonada y decepcionada, me sentí la basura más grande del Universo y pensé: "Pobre... Pero no importa, pronto voy a encontrar otra tan linda y buena mina como ella. ¡Y que se vista con más onda...!".

Después de ella vinieron decenas de mujeres lindas y copadas, sobre todo sexys y que vestían muy bien y con toda-la-onda-del-mundo. Muchas me propusieron lo mismo que ella, pero siempre por algún motivo, ninguna me convencía lo suficiente como para imaginarme toda la vida junto a alguna de ellas. Siempre le encontraba algún defecto insalvable a todas. Siempre. Me acuerdo que mi vieja me cargaba por eso: "¡Pero a todas les encontrás un defecto insalvable vos...! ¡así no te vas a poner de novio en serio nunca...!", me decía con mucho sentido común...
Pero ahora, después de tantos años -y por algo debe ser- recuerdo por sobre las demás a Claudita, a esa Claudita (entre media docena de otras Claudias con las que salí), la del pullover color amarillo patito, la de la voz de niña dulce, la rubia de ojazos de cielo celeste y sonrisa de Buddha, esa sonrisa llena de gracia y de vitalidad, que pocas veces un hombre tiene la dicha de contemplar en su vida, la chiquilla inocente que desbordaba alegría, magia y vida...

En realidad -lo veo ahora claramente- era ella la que estaba a años luz de mí, varias vidas más evolucionada que yo, pequeño cavernícola egocéntrico e infantil...

Y en realidad sí sé porqué mi memoria de todas las buenas mujeres que conocí, se quedó con ella, porque ella -con su sweater color amarillo patito y todo- además de ser un ser humano fuera de serie y una mujer virtuosa, fue un ser iluminado, una pequeña Maestra, que la existencia puso en mi camino para despertarme. Pero en ese entonces yo preferí seguir soñando, regodeándome en mi propio eguito de machito cojedor...
Pero claro, necesité cojerme a 200 minitas hermosas y con-toda-la-onda-del-mundo (pero totalmente intrascendentes) para llegar a valorar muchos años después a la que fue en mi vida, simplemente, una mujer con mayúsculas.

Un abrazo
Klau

martes, 21 de julio de 2009

El romanticismo en los tiempos que corren

En general, aclaro, en general --sé que hay excepciones, como en todo-- desconfío de los hombres que se dicen "románticos". Y si bien no soy precisamente amigo de la desconfianza y la paranoia --más bien todo lo contrario-- aconsejo a mis amigas que, en principio, desconfíen de estos personajes. Y con el tiempo, casi todas me han dado la razón y me han agradecido por el consejo. Porque casi todas han sido vilmente engañadas. Los proclamados "románticos" no eran tales. Eran sólo lobos disfrazados buscando a su caperucita. Las esperaron todo el tiempo que ellas necesitaron, les dijeron todo lo que ellas querían escuchar, en criollo: las chamuyaron de lo lindo. Y después de la primera noche de sexo... chau. Si te he visto, no me acuerdo.

Patético lo de ellos. Pero, de última, ellas se lo merecían por ingenuas.

Y es que creo que el hombre no es demasiado romántico por naturaleza. Las mujeres inteligentes lo saben y podrán decir "mentime que me gusta" o "juguemos un rato a que sos romántico y decime cosas lindas", pero en el fondo tienen que saber que el hombre auténtico y sincero no es muy romántico que digamos. Ya sea por educación, por cultura, por naturaleza, o por lo que fuere.

Y un consejo que doy a mis amigas es: si te tira onda de entrada, e incluso si te habla de sexo, sabé que al menos ese tipo es sincero y eso es una gran virtud. Si te invita a cenar, te regala flores y te habla como un galán de telenovelas... desconfiá. Porque, más temprano que tarde, se le caerá la careta y mostrará los colmillos.

Otro --creo que sabio-- consejo que les doy a mis amigas --la mayoría de las cuales son ex parejas o ex amigovias-- es: entregá tu "cuerpo" de entrada ¡pero no tu corazón, jamás tu alma! Porque a tu "cuerpo" no pueden lastimarlo ¡pero a tu corazón y tu alma sí! Muchas creen que la parte más delicada y debil es su vagina y se cuidan de brindarla de entrada, pero se equivocan ¡porque su parte más delicada es su corazón y su alma! ¡No sean ingenuas! ¡No se enganchen con el primer tipo que les gusta y se llevan a la cama! El sexo jamás daña, ¡pero engancharse con la persona equivocada sí! Hagan como nosotros, que separamos las cosas. Una cosa es sexo, otra es amor.
Ustedes casi siempre mezclan todo. Se entregan de entrada por completo. Y así les va... Nosotros los hombres damos nuestro cuerpo, nuestro pene, podemos mimarlas y en cierta forma amarlas, pero jamás damos nuestro corazón y alma de entrada, a menos que estemos muy seguros, lo cual se da rara vez, milagrosamente.

Un abrazo

Klau

martes, 30 de junio de 2009

Chau viejo...



Gracias por la vida, perdoname las pendejadas que ya sé que fueron demasiadas... Mandale un abrazo etereo a "mamá" y nos veremos seguramente en un tiempo, del Otro Lado.

Ah... Y si hay "algo" allá y te es posible, mandame la señal, como quedamos!

Un beso infinito, sin tristeza ni tango, fiel a mi estilo.

"Tu chico, el menor" o "KlauZen, el canchero" (como vos me llamabas)


lunes, 22 de junio de 2009

Klau Kiss make up

Sorry, pero no conseguí el maquillaje plateado en ningún negocio...! ;)

Ahora la misma foto del post anterior, pero con una pequeña ayuda del amigo Photoshop :)
Espero les guste.




Un abrazo
Klau

domingo, 21 de junio de 2009

Klau Kiss

Antes de ayer a la noche cuando me ponía la anti age frente al espejo :D cuando me vi, cual publi de Kiss en el Quilmes Rock, me cayó la ficha: puedo parecerme -más allá de unas cuantas chapas voladas- a cualquiera de los miembros originales de Kiss! De hecho me identifico un poco con cada uno de ellos. Y decidí captar ese "momento Kodak" y agarrar la camarita (que btw no es Kodak sino Canon) para dejarlo en claro. Hete aquí el resultado, sin Photoshop, a excepción de un touch de blur y el fondo negro:




Un abrazo
Klau

miércoles, 8 de abril de 2009

Kiss en la Argentina


Lo de Kiss anoche fue tremendo, alucinante, mágico, impresionante, impecable. Y me quedo corto en adjetivos. Una verdadera fiesta, una noche feliz. Y de paso una lección de rock para esos pibes de Las Pelotas, que deberían ser más respetuosos y humildes con los que saben más que ellos.

Yo, habiendo sido fana de Kiss -Beso, en inglés- desde niño casi, fui anoche con miedo de volver decepcionado, porque mucha gente que supuestamente le gustaba la banda como a mí, me advirtió que ya no sonaban igual y que los años se notaban. Por eso saqué popular por temor a sentir que había tirado la plata. ¡Mentiras...! Evidentemente esa gente era mala leche, anti Kiss o ambas cosas a la vez, porque la banda sonó mejor que nunca, incluso mejor que en su mejor época de juventud, en la etapa del Alive II. Y si me arrepentí de algo fue de no haber sacado campo. Pero la próxima allì estaré, ¡como sea!

Besame Las Pelotas

Siempre que llega Kiss a nuestro raro país, se arma alguna polémica... Esta vez la más importante la protagonizaron los muchachos de Las Pelotas. ¿Cómo van a bardear a Kiss públicamente y por lo tanto a toda su gente?
Primero, ni bien se enteraron hace un tiempo atrás que iban como soporte de Kiss empezaron a criticarlos en La Viola y después me comentaron que cuando cerraba el show de su banda el violero dice "bueno, nos vamos así viene Kiss a chuparnos las pelotas", o "to lick my balls" (o algo así). Eso es cualquiera. A mí me gustaban, pero con esto ya fueron para mí. ¿No les importa ponerse a mucha de su gente en contra? No podés decir eso ante tanta gente que estaba ahí para ver a ambas bandas y muchos incluso solo para ver a Kiss. Porque si actuaran como él, agrediendo y faltando el respeto, todos esos que estaban ahí para ver a Kiss, miles de fans, lo hubiesen cagado a puteadas. Sin embargo no lo hicieron porque los kisseros somos gente respetuosa y buena onda y nos bancamos la agresión, demostrando nuestra tolerancia. Pero a él no le importó nada y no tuvo respeto por la gente de Kiss. En fin, lamentable. En esas cosas todavía seguimos siendo un país de mierda, facho y retrógrado, fomentando el odio y la intolerancia. Un pena. Y me duele particularmente porque yo, humildemente, era fan de Sumo -banda de la cual se desprenden tras su separación Las Pelotas y Divididos-, tuve la suerte de verlos varias veces, tenía sus discos en vinilo, todo... Pero el motivo de este post es simplemente decir GRACIAS KISS por una de las noches más felices de mi vida (después de todas las de sexo, claro)

¡Aguante Kiss, loco!

Un abrazo
Klau