sábado, 26 de noviembre de 2005

Mi primer experiencia de telepatía conciente con dos difuntos

(De mi libreta de anotaciones de experiencias y fenómenos llamados "paranormales")

Lamentablemente, estando medio adormilado, no llegué a anotar la fecha de la experiencia pero debe haber sido unos tres meses después del fallecimiento de mi madre, que es cuando empezaron a darse casi una tras otra este tipo de experiencias en mí (en esos primeros tres meses, digo. Luego fueron menguando poco a poco y actualmente se dan cada tanto).

Bien. Relato la experiencia a continuación en tiempo presente:

Estoy semi despierto, a punto de despertarme. Ya es tarde. Deben ser las 11 a.m. y me quedo remoloneando en la cama una vez más porque me acosté como a las 5 a.m. una vez más...

Mis párpados caen pesados rogando por un poco más de descanso y me cuesta "despegar" mis pestañas...

De pronto, entro en un estado de somnolencia sin llegar a quedar del todo dormido. Es un estado alfa completo y perfecto. Y visualizo, involuntariamente, un contestador automático parecido a uno que tenía yo hace unos años, pero no exactamente igual. Este contestador automático se activa solo y mientras lo observo se escucha el primer mensaje supuestamente grabado...

Se escuchan, claras y fuertes --tanto que casi me ensordecen...-- las risas alegres y vitales de dos adolescentes (una chica y un chico) que conversan entre ellos. Una parte de mí se pone alerta porque esto es algo inusual: definitivamente no es un sueño ni un delirio y las voces suenan muy vívidas y en "tiempo real"...

Se los oye con un eco "de Iglesia", pero con la claridad de una radio FM aunque la situación parece más la de los radioaficionados que buscan contactar con otros, en un pueblito lejano en medio del campo.

Entonces, luego de las risas como nerviosas, la chica, con cierta timidez, dice:

-¿Dónde es esto...? ¿Floresta...? ¿Liniers...? Sí, creo que es Liniers o Villa Luro... ¿no?
Y el chico le responde:

-No, no, Liniers no puede ser... porque yo no fallecí por ahí... Mhm... no sé... a ver...

¡En este punto todo mi ser se pone 100% alerta...!

Entonces, sigo escuchando con total atención y todos mis sentidos abiertos.

En ese momento la "veo" a mi madre, sentada, como medio dormida y un poco apesadumbrada, y le digo:

-¡¿Escuchás esas voces...?! ¡Son chicos que me llaman desde el Más Allá...!, le grito entusiasmadísimo. Y ella me hace un gesto raro, primero de contenta y luego se vuelve a poner triste. Y recuesta su cabeza, como si estuvise tremendamente cansada, sobre una mesa y empieza a quedarse dormida así. Yo le digo preocupado:

-¿Qué pasa, Sarita...? (en los últimos años yo la llamaba por ese, su apodo) ¿Estás bien...?
Y ella me responde con algo de fastidio:
-¡Sí, sí! Dejame, andá... Y se queda ahí dormida.

A continuación, el chico (con una entonación de "cheto" pero piola y con muy buena onda) me dice:


-Bueno, esto es un EVP (pronuncia la sigla en inglés: í-ví-pí). ¡No te asustes, eh... que no pasa nada...! (y ríe tranquilizadoramente). Sólo que vimos luz donde estás vos... O sea, es luz, como para que te des una idea... Y bueno, estamos tratando de comunicarnos con vos. Así que si nos estás escuchando, respondenos, ¿dale...?

Sus voces me transmiten paz, alegría, buena onda, confianza, amor... Y percibo la sensación de un lugar al aire libre con mucho sol y un cielo celeste y casi sin nubes... Sus voces me colman el alma...

De todas formas, la parte de mí más racional toma conciencia de lo que está escuchando la otra parte y entonces empiezo a perder el control y a sentir pánico... El corazón casi me explota de la taquicardia y me hace despertarme por completo y saltar de la cama y agarrar el teléfono para llamar a una de mis hermanas y contarle la experiencia.

Así lo hago y ella me dice:

-¡Wow...! ¡qué impresionante, che...! ¿Y les respondiste, no...?
Y le respondo:
-¡No...! ¡me cagué todo y salté de la cama para llamarte y contártelo...!
Y ella me dice:
-Uh... Les hubieses respondido... (o algo por el estilo).
Y le digo:

-¡Y bueno, che...! ¡es que en el momento me asusté...! Pero ahora en cuanto corte voy a decirles y repetirles en voz alta que sí los escuché.

Corto la comunicación con mi hermana y empiezo a decir al aire en voz bien alta lo siguiente:

-Bueno, estén donde estén y si me están escuchando, quiero que sepan que sí los "escuché"... Y si quieren seguir en comunicacion los espero esta noche...

Y de esa forma, empece un nuevo día, con total inocencia y normalidad, sin saber lo que me esperaba...

Pues esa misma noche viví experiencias que nunca voy a olvidar... y que a más de uno lo hubiesen infartado...

Y que les contaré aquí, muy pronto...

Cabe aclarar --y no es un dato menor-- que hasta ese momento yo casi ni conocía esa sigla (EVP) salvo por haberla escuchado alguna rara vez, hace mucho, pero ni siquiera la recordaba. Por eso, muy grande fue mi sorpresa cuando al rato de levantarme busqué "EVP" en Google y, efectivamente, existía y significa Electronic Voice Phenomenon (Fenómeno de Voz Electrónica), que es una de las formas que tienen para comunicarse los del Más Allá con los del más acá... Y si bien esto no había sido un EVP digamos "típico" (es decir por medios electrónicos como radio, TV, teléfono, etc...), probablemente ellos intentaron comunicarse de cualquier forma posible incluyendo la telepatía, por supuesto, que fue el medio que en este caso obtuvo su recepción.

(Por las dudas, juro --y los que me conocen saben que no me gusta jurar y menos en vano-- que todo esto que acabo de contar es absolutamente real).


Un abrazo,

Claudio Fimiani
www.clauonline.com.ar
www.deArriba.com/default.asp?reff=LTC511

1 comentario:

Unknown dijo...

Una cosa es leerlo y otra, escucharlos de tus labios. Y yo, tuve la oportunidad de escucharte narrar, solamente para mí, esta experiencia. Impresionante.
Besitos. TQM. Sindi