domingo, 14 de agosto de 2005

¿Blog, Weblog o Bitácora...?

En honor a la verdad --como humildemente o no tanto, siempre es mi estilo-- debo decir que nunca me cayó simpático este formato... Esa ondita intimista de "Mi querido diario" pero público, con la que muchos lo popularizaron, me parece absurda, insignificante. ¿A quién le interesa que tal día a tal hora regaste las plantas, le diste de comer a los peces, bañaste al perro y te llamó tu novio/a para decirte que el sábado van a ir con Rodrigo y Marcela al cine a ver tal peli...?

Bueno, tal vez el problema sea ese: que a la mayoría sí le encanta mironear esas insignificantes e intrascendentales intimidades cotidianas estilo "Gran Hermano virtual". Pero, obviamente, este no es mi caso y, seguramente, el de una pequeña minoría de inconformistas...

Sin embargo, ahora que ya pasó el furor del Blog, Weblog o Bitácora y además pasaron de moda --y yo, por si no lo sabían, detesto las modas... Luego ampliaré en futuros posts-- y fueron desplazados por los Fotologs (Flogs), la movida de los celulares (¡Puaj!), etc., etc... se me ocurrió que, con un espíritu más tranqui, se le puede encontrar y dar a este interesante formato una utilidad, un sentido, un significado, un valor agregado. En pocas y simples palabras, hacer de algo futil y superficial algo trascendental o que al menos aspire a serlo.

Ahora bien, ¿cómo preferimos denominar a este medio? ¿Blog, Weblog o Bitácora? (Ojo, nunca "Vitácora" con 'v' como algunos animalitos lo escriben por ahí...). Yo, a pesar de que detesto (sí, detesto. Me gusta esta palabra porque tiene mucha fuerza y es perfecta para expresar cabalmente cuando algo te disgusta mucho... y sí, me gustan y amo muchísimas cosas pero también detesto montones de otras) la "yanquización" de nuestro riquísimo y bello lenguaje, el español o castellano y realmente no me banco cuando casi todo el mundo, tanto en el mundo de los negocios y en las empresas como así también --y lo que es mucho peor-- "la gente de la calle", sobre todo los pendex y los/as conchetitos/as chicos y grandulones, se la pasan mechando un término en inglés cada dos palabras en "argentino" y me pone de muy mal humor cuando la gente se despide con un "Bye" en el chat, tengo que admitir que en casos como este me quedo con la versión original yanqui o inglesa... Porque, honestamente gente, "bitácora" suena muy feíto... ¡No me digan que no! Blog --pronúnciese bílog--, o en su defecto Weblog, en cambio, suenan más que bien. Corto, simple y claro: bílog. Weblog. Pero... ¿¿bitácora...?? ¿¿Qué coños es eso...??

Bueno, según la Wikipedia en español <
http://es.wikipedia.org/wiki/Bit%C3%A1cora > "Originalmente una bitácora era un armario que tenían los barcos para guardar la brújula y otros instrumentos. Bitácora también se refiere al cuaderno de bitácora, que es donde el capitán del barco apunta cronológicamente los incidentes de la navegación. Algunas personas denominan bitácora a una bitácora de red o weblog."

OK. Pero sea lo que fuere, ¡no me digan que no suena mal! Suena a sarcófago, a receptáculo, a Currículum Vitae... No sé. Pero suena mal, che. No hay nada que hacerle. Y así y todo, vemos cómo igual mucha gente joven los llama muy alegremente así: Bitácora... Pero como dije, yo prefiero "bílog". ¿Y vos...?

Un abrazo,

Claudio Fimiani
www.clauonline.com.ar
www.deArriba.com/default.asp?reff=LTC511

1 comentario:

Isabel Bertossi dijo...

Interesante tu forma de ver el mundo de las “bitácoras”. Yo creo que a nadie le importa un rábano que te haya llamado tu novia o vayas al cine esta tarde de lluvia. Sin embargo, muchos o quizás todos tengamos eso de fisgón (otro término feo, ¿eh?) y nos guste curiosear en la pequeña cotidianidad de las personas comunes y corrientes. Pero para empezar y no es que sea mala onda, sino te gustan los blogs, ¿para qué escribís en uno, aunque sepas que a nadie le importe lo que decís? No sé, supongo que una parte tuya es igual al resto

Me gustó tu tema, aunque me parece que sos el vivo ejemplo de “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.


Saludos cordiales,
Milagros