-Con la perrita no perdés tu masculinidad...
Lo primero que me vino a la mente es que yo siempre juego demasiado con la perrita de mi chica. Y la mimo tanto -una porque soy terriblemente mimoso y otra porque me encantan los perros- que casi parezco un niño. Y esto a veces en un punto me preocupaba un poco por temor a dar quizás una imagen de debilidad. Aunque sé muy bien que poder "darse el lujo" de hacerlo -expresar esos mimos con las personas y los animales- es, precisamente, todo lo contrario.
Klau y su amiga la Chiquita, alias Stich, Orejotas, Salchichona, etc...
Un abrazo,
Klau Fimiani
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