Madonna: de chica material, gordita y sensual, a bataclana cuarentona, millonaria y pseudo espiritual
Y ojo, lo digo yo que fui uno de sus primeros fans allá a mediados de los 80s... y consumí todo su material, desde discos, cassettes y cuanta foto salía en revistas nacionales y en especial en las importadas que eran carísimas...
En esa gloriosa época "todas querían ser Madonna", como decía una de las publicidades de su primer disco en las radios... Y, justamente, una de las cosas que más me copaban de la ex joven rebelde era que, entre otras virtudes, democratizó la estética y la moda, se cagaba en "el arte de la elegancia", como diría el especialista Jean Cartier, y ahí veías a "todas las gorditas" --como diría la actual diosa Marcela Brane, con quien tuve el gusto de hablar varias veces por tel., en la publicidad de un famosísimo producto dietético-- en boliches, calles y playas, felices, contentas, satisfechas, sensualísimas y orgullosas, mostrando su pancita, sin ninguna culpa, ¡como corresponde!
Surgía Madonna con su ombligo al aire, sus kilitos de más, unos harapos negros con mucha onda y decenas de pulseras. Y solo eso --lamentablemente, porque demuestra que si una "star" de moda del primer mundo no nos da permiso para ser libres, somos unos giles reprimidos...-- bastó para que todas las chicas, adolescentes y no tanto, tiraran la chancleta y las caretas, dejen el gym y la obsesión por las balanzas, coman sin culpas y se dediquen a ser un poco más ellas mismas, con una pequeña ayudita de la "onda Madonna".
En esa gloriosa época "todas querían ser Madonna", como decía una de las publicidades de su primer disco en las radios... Y, justamente, una de las cosas que más me copaban de la ex joven rebelde era que, entre otras virtudes, democratizó la estética y la moda, se cagaba en "el arte de la elegancia", como diría el especialista Jean Cartier, y ahí veías a "todas las gorditas" --como diría la actual diosa Marcela Brane, con quien tuve el gusto de hablar varias veces por tel., en la publicidad de un famosísimo producto dietético-- en boliches, calles y playas, felices, contentas, satisfechas, sensualísimas y orgullosas, mostrando su pancita, sin ninguna culpa, ¡como corresponde!
Surgía Madonna con su ombligo al aire, sus kilitos de más, unos harapos negros con mucha onda y decenas de pulseras. Y solo eso --lamentablemente, porque demuestra que si una "star" de moda del primer mundo no nos da permiso para ser libres, somos unos giles reprimidos...-- bastó para que todas las chicas, adolescentes y no tanto, tiraran la chancleta y las caretas, dejen el gym y la obsesión por las balanzas, coman sin culpas y se dediquen a ser un poco más ellas mismas, con una pequeña ayudita de la "onda Madonna".
Después, ya en los 90s, a la Ciccone le agarró la onda "balín" mal, empezó a curtir gym a full, a adelgazar hasta convertirse en un palito y a pelar musculitos (nada menos femenino para una mujer de más de treinta que sea flaquísima y se le marquen los músculos por exceso de fierros), a teñirse de un horrible rubio platinado y a perder lo poco que le quedaba de femenino...
Algunos links sobre Madonna Louise Veronica Ciccone
http://www.celebritycd.com/madonnaciccone/
(Continuará...)
Un abrazo,
Claudio Fimiani
www.clauonline.com.ar
www.deArriba.com/default.asp?reff=LTC511
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