miércoles, 18 de junio de 2008

"¡Solidaridad, la pistola...!", me dijo ella, violenta


Corrían los 90s. Pleno decanato "mendemista", "tinelezco" y tilingo. Y la pizza con el champán se comía y bebía en Punta mientras los morochos de derecha copaban Pinamar. Impunidad, vaciamiento cultural e ideológico, caída abismal de la productividad, cierre de fábricas, entrega de patrimonio, "relaciones carnales" con EE.UU. (eufemismo para 'bajada de lienzos'), 'café fashion', 'el fin de la Historia' y 'fuga de cerebros'.

Ella era -como no podía ser de otra manera- unos 10 ó 15 años más joven que yo. Y además, rubia, cara de bebota a lo Joss Stone, cuerpo pulposo, voz sensual -apenitas afónica-, de nena recién despierta de un acogedor sueño de invierno. Y casi siempre tenía aroma a bebé y sabor a chicle Bazooka en su boca. Ya solo el besarla era una experiencia inigualable, indescriptible, intransferible...

Teníamos unos encuentros sexuales clandestinos en su escalera. Muy hot, muy de película, muy vertiginosos... Ella era, hacia adentro de su familia -especialmente de sus severos padres- y también hacia la sociedad toda, la hija 'normal', 'buenita', 'seriecita', 'ejemplar'. Y conmigo... conmigo era la otra, la perra en celo, la mujer libre que latía en su interior debajo de su inocente look de chica bien.
Pero siempre femenina, dulce, delicada, sexy y, a la vez, discreta y respetuosa. La dama y la puta, en su justa medida.

Yo, casi siempre en jogging, ella era la primera -y mejor- parada, literalmente, en medio de mi entrenamiento con la bici. Y esto dicho en todo sentido. También es metafórico, sí. Recuerdo que la primer noche que 'transamos' estaba yo tan a full, que ella me dijo:

"Eso no es tuyo, no jodas... Te pusiste una banana para impresionarme... ¿Te creés que soy boluda...?" 

Tuve que mostrarle que no, que era 'todo mío'. Y ese fue -entre otras cosas- el pase libre para un trip muy loco, salvaje, realmente desenfrenado, inolvidable.

Nuestros encuentros nocturnos -casi a la hora de la cena- en los brillantes pasillos y escaleras de la casa de su familia en Villa del Parque, se habían vuelto un ritual semanal esperado y anhelado por ambos. Desde el día siguiente ya empezábamos a saborear el próximo encuentro y a levantar cada día un poco más de temperatura recordando el reciente e imaginando el próximo. Y como si fuese poco, ya acercándose el glorioso día, alguno de los dos llamaba al otro por teléfono a altas horas de la madrugada para con solo escuchar nuestras voces, terminar de pudrirnos la cabeza y arrancar con la previa... No exagero. Realmente la energía sexual, la adrenalina, la excitación, la pasión, el erotismo, levantaban tanta presión en ambos al estar juntos o con solo oír nuestras voces en el teléfono, que sentíamos que la cabeza nos explotaría en mil pedacitos, como en la película Scanners.

Luego de varios meses de este excitante y estimulante ritual de una deliciosa previa y un climax pleno y colmado de éxtasis, que jamás disminuyó un ápice ni entró en la rutina o el aburrimiento, en una de las típicas charlas previas o posteriores -cada vez más abiertas y libres, dada nuestra cada vez mayor confianza, cariño y conocimiento mutuo- le comenté más en detalle y profundidad algunos de mis proyectos de aquel entonces. Si mal no recuerdo, en esa época estaba yo con una publicación barrial y unos sitios web laborales, que apuntaban a dar algún alivio -un granito de arena, al menos- a la profunda y asfixiante crisis que se vivía en nuestro país, producto del saqueo masivo y la recesión económica. Y de hecho, mucha gente me llamaba o escribía agradecida porque gracias a mi humilde servicio -de onda y desinteresado- había encontrado trabajo y, algunas veces, muy buenos puestos laborales, lo cual me llenaba de orgullo y gratificación. Yo pensaba, ahora creo que ingenuamente, que todo el mundo -bien nacido- estaría de acuerdo con eso. ¿Quién puede estar en contra de ser solidarios?, ¿quién puede estar en contra de querer ser mejor persona y mejorar aunque sea un poco esta sociedad y, si fuese posible, este mundo?

La cuestión es que le dije que, más allá de disfrutar de la vida, de gozar de nuestra impetuosa juventud y poderosa sexualidad y pasarla bien, lo importante era -en medio de la profunda crisis que se vivía en el país- no perder de vista la solidaridad y la conciencia social, tratar de hacer algo, lo que podamos por mínimo que sea, por los que la estaban pasando mal, porque si no, nuestra vida como seres humanos y nuestra misión como seres espirituales que también somos, más allá de todo lo material, no estaba completa en la Tierra.

Ella se puso seria, abrió los ojos hasta desorbitarlos, se distanció bruscamente y me gritó:

-¡¡Solidaridad, la pistola...!!

Yo, obviamente, no podía creer lo que estaba presenciando y hasta esperaba que me dijera que era una mala broma, un mal chiste. Me reí, me puse serio de nuevo, me preocupé, esperé... Ella seguía molesta. Hablaba en serio.

Esa noche -además de comprender que habíamos llegado al final de nuestra intensa relación- entendí muchas cosas. De ella, de la sociedad, en particular de los argentinos y del ser humano en general.

Y no dudé en sacrificar todo ese placer sexual, guardarme toda mi libido en el bolsillo y despedirme de ella para siempre. Pero lejos de enojarme o resentirme, elegí tomarlo con una cuota de humor, compasión por su ignorancia y quedarme con el recuerdo de nuestros días felices y apasionados, pero también bastante animalezcos. Y -luego me di cuenta- carentes de toda conciencia y humanidad.

Ella volvió a llamarme a la semana como si nada y por un momento me dejé tentar -la carne es debil- y dudé... El placer que nos dábamos era mucho. Pero luego me senté a pensarlo bien y reflexioné: ¿quién quiere dormir -para peor, a conciencia- con el enemigo, además del personaje de Julia Roberts en dicha peli? Yo no.

En estos días de cacerolas Essen batidas por señoras paquetas y por gente tal vez desinformada -como mi ex amiga con derechos- que les hace el juego, Dios quiera por el bien de nuestro país y nuestro pueblo, que esas épocas nefastas -sin dudas una de las peores que nos ha tocado vivir en la etapa democrática- donde solo primaba el egoísmo, la insolidaridad, la frivolidad más patológica y las únicas leyes eran las del capitalismo salvaje y la dictadura del mercado, no vuelvan nunca más.

Un abrazo.

Claudio Fimiani

miércoles, 21 de mayo de 2008

R.I.P Netscape Navigator (Noviembre 1994 - Marzo 2008)

Este es mi breve pero no menos emotivo homenaje al primero, al más popular, al mejor navegador que ha surcado la WWW: el querido Netscape Navigator, el cual ha dejado de desarrollarse el 1° de marzo de este año, desplazado del mercado primero por el browser Internet Explorer de Microsoft y desde hace algunos años por el Firefox de Mozilla, el verdadero ganador según parece, ya que también está opacando desde hace algunos años al hasta hace poco monopólico browser de Bill Gates.

En lo personal, con él hice -como la mayoría de los de mi generación conectada por aquellos primeros años internéticos- mis primeros palotes en la WWW, allá por 1996, conectado primero desde la oficina y después también desde casa -¡qué sensación emocionante, mágica, indescriptible...!- de la mano de su versión 1.0, corriendo sobre D.O.S. 6 y Win 3.11. Pero fue con su versión 2.0 bajo Windows 95 con la que experimentamos por primera vez la gloria y la libertad de la red de redes.

¡Vaya entonces un aplauso -de pie- para el viejo y querido "Nescafé", que tantas satisfacciones nos dio a los viejos nerds...!

Un abrazo,

Klau

Claudio Fimiani
15-6534-1200/4581-9544
fimiani_claudio@yahoo.com.ar
claudio_fimiani@hotmail.com
http://claudiofimiani.googlepages.com

viernes, 4 de abril de 2008

Los hermanos sean unidos

Luego de la manifestación popular en apoyo al gobierno nacional, pero sobre todo a las instituciones democráticas y contra el fallido intento de desestabilización llevado a cabo por un sector de la sociedad de los estratos más altos y más poderosos económicamente, utilizando para esto -como en otros golpes de Estado- a sectores del campo con buena fé y mejores intenciones, y luego de la posterior toma de conciencia de los sectores más duros del campo y su consiguiente resolución de suspender por 30 días su lock-out patronal (creo que los cortes de ruta deberían suspenderlos definitivamente y no tener de rehén a todo el pueblo argentino y más aún teniendo en cuenta los aumentos de precios que han generado y que a la mayoría de la gente le costará muchísimo poder pagar), creo que ahora es el momento de sentarnos todos a reflexionar sobre lo ocurrido, separar la paja del trigo y de la soja y poner las cosas blanco sobre negro.

O negro sobre blanco. Porque hablando de blancos y negros, de cabecitas negras, de chetos, de grasas, de bonitos jóvenes oligarcas, la verdad es que todos somos argentinos. 

Más ricos o más pobres, con más o menos color, más "lindos" o más "feos", de raíces europeas, indígenas o mixtas.

Basta de intolerancia, basta de discriminar, todos somos argentinos, insisto.

Hablando de intolerancia, que ha aflorado con fuerza en estas últimas semanas, una de esas tensas noches en medio de las idas y vueltas en pleno conflicto entre campo y gobierno, un verdadero cara dura dijo con tono marcial en pleno intento de desestabilización institucional desde una radio cuyo nombre empieza con A y termina con A y que debería empezar con N para ser más coherente con su ideología, ya que es una de las radios que en los últimos años pasó de ser de una de las más progresistas a una de las más golpistas, antidemocráticas y antinacionalistas:
"Batiremos nuestras cacerolas y budineras (¡!) cada vez que un gobierno sea elegido por votos no calificados (¿¡?!)"

Si lo que estuviese diciendo ese fulano no fuese en serio y además terrible, uno pensaría que se trataba apenas de un inofensivo programa de humor grotesco, onda Todo x 2 pesos... Pero no, ese cara dura hablaba en serio...


Pregunto: ¿Cómo puede un grupo de gente por más plata que tenga, arrogarse el derecho de venir a decir que un voto es más calificado que otro en un país democrático? ¡es un disparate, pero total! ¿No les hace acordar a los censores de gobiernos militares que decidían por nosotros cuáles películas podíamos ver y cuáles no y las que arbitrariamente decidían que no, solo las disfrutaban a escondidas ellos y sus amigos...? Ese delirante que escribió y leyó al aire esa columna de tono cuasi bizarro en ese programa de radio aquella triste noche, ¿tenía alguna al menos lejana, remota idea, de la barbaridad que estaba diciendo al aire desde un importante medio de comunicación...? ¿Acaso los votos que él y sus amigos paquetes le habrán seguramente dado a "Méndez" o a algún otro similar de la extrema derecha reaccionaria, sí eran votos calificados y válidos...? ¿Solo esos pocos -en comparación- votos neoliberales son los calificados y válidos...?

"Suenan las Essen, se vino el cacerolazo cool" (como dice una colega)

¿Las brillantes cacerolas y budineras de acero inoxidable batidas por chillonas señoras paquetas o bonitos jóvenes de piel clara son más calificadas que las cacerolas que golpeó todo el pueblo en diciembre de 2001 para echar a De la Rúa y sus secuaces...? ¿Los cortes de ruta de los sectores más altos -incluídos robustos, saludables y sonrientes muchachos con sombreros y botas tejanas como salidos de una serie yanqui- son más calificados y válidos que los piquetes de los pobres y morochos...?

Realmente estos días sirvieron -entre otras cosas muy significativas- para darnos cuenta del patetismo e intolerancia fascista que aún existe en los argentinos. En todos nosotros, aunque en algunos sectores se hizo más visible que en otros, claro.


Por eso, como sostenía al principio de este post, tal vez ahora sea el tiempo de la reflexión y una profunda autocrítica. Si es que queremos seguir existiendo como individuos, como comunidad, sociedad, país y Nación. Tal vez ahora es el momento de volver a cuidar esta democracia que tenemos y tanto dolor nos costó recuperar. Que seguramente es imperfecta claro, pero que es el mejor de los sistemas conocidos, sin ninguna duda.

Y estar en estado de alerta constante y reflexionar profundamente si acaso algunos, tal vez desde otra Nación mucho más poderosa que la nuestra, no están tratando de comprar conciencias, apostando y trabajando finamente en la desunión de los argentinos, con el fin de poder dominarnos más fácilmente otra vez.

Por eso, desde mi humilde lugar, apelo a la unión de todo el pueblo argentino: blancos, pobres, morochos, ricos, rubios, de zona sur, de zona norte, peronistas, radicales y de cualquier otro signo político, de boca y de river, de derecha y de izquierda. No les hagamos el juego a quienes quieren desunirnos para dominarnos. Después puede ser demasiado tarde para lágrimas y arrepentimientos.


Un abrazo,

martes, 1 de abril de 2008

Es para las 4 x 4 que lo miran por TV...

Más de 150.000 personas de muchísimos partidos políticos, gente independiente, de ningún partido ni gremio, familias enteras, artistas, intelectuales, gente de la cultura, distintos organismos sociales y de derechos humanos y en definitiva desde todos los sectores, se llegan hasta la histórica Plaza de Mayo, no solo para apoyar a Cristina y al PJ, sino para apoyar primero que nada a las instituciones democráticas que tanta sangre nos costó a los argentinos recuperar hasta 1983 y en segundo lugar un modelo de inclusión social que se presenta como el más democrático y justo hasta la fecha, que intenta equilibrar un poco al menos la balanza...

Sirva como muestra para que los millonarios del campo con la típica prepotencia del patrón no subestimen tanto a la gente, ellos estarán acostumbrados a lidiar con gente ignorante y sumisa pero no todos somos así. La gente ya no es tan idiota y manipulable desde los medios como solía serlo, la gente está empezando a pensar por sí misma y ver la realidad con sus propios ojos, más allá de la batalla mediática que en los últimos 20 días hizo todo lo posible para desalentar cualquier movilización popular auténtica y parcializando la información con una clara toma de posición antipopular, poniéndose a pie juntillas desde el vamos con el reclamo patronal e invitando a los cacerolazos no de la gente común, de todo el pueblo argentino, como aquel glorioso 20 de diciembre, sino solo de los barrios más ricos y exclusivos...

Espero que los golpistas de turno depongan su actitud y quienes los apoyaron tal vez por ignorancia, se den cuenta que lo que está en juego acá es nada más ni nada menos que la calidad institucional y la salud del sistema democrático.

Un abrazo,

Klau

Claudio Fimiani
15-6534-1200/4581-9544

fimiani_claudio@yahoo.com.ar
claudio_fimiani@hotmail.com
http://claudiofimiani.googlepages.com

martes, 19 de febrero de 2008

Disfrutar nuestro presente, a cada momento

No me gusta la gente que vive a full, en el sentido de necesitar estar corriendo todo el santo día de acá para allá. Creo que esa gente quiere estar en todas y termina no estando en ninguna, quieren estar en todos lados a la vez y no están en ninguno. De verdad no están ni al 70% en ningún lado. Es imposible estarlo si siempre estás apurado, nervioso y jamás te podés relajar, hasta meterte en la cama a dormir a la noche. Y relajarse, estar tranquilo, es absolutamente necesario para estar al 100%, en cuerpo y alma en algún lugar o situación. De lo contrario, simplemente vivís sobrevolando las cosas superficialmente, como la gente de las propagandas. Y creo que, lamentablemente, la mayoría de la
gente vive así en las grandes ciudades... Alienados, siempre apurados, porque no tienen tiempo para nada, nada lo disfrutan a pleno. Viven siempre a los saltos, haciéndose ruido, pensando en el pasado o en el futuro pero jamás en el momento presente, al que le escapan sistemáticamente, por miedo a encontrarse tal vez con ellos mismos y sus verdaderas necesidades y deseos, que aparecen únicamente cuando estamos tranquilos, centrados, en paz y si es posible con largos momentos de soledad y silencio para nosotros y nuestras reflexiones más profundas.

Me gusta, en cambio, la gente tranquila, que tiene sus rituales y los disfruta a pleno, que hace por ahí dos o tres cosas en todo el día, pero esas dos o tres cosas las vive intensa, profundamente, con los dos pies adentro del plato, como si fuese lo más importante de su vida y aunque eso que esté haciendo sea lo más trascendente o la tarea más trivial y rutinaria.

Eso es vivir el presente, el acá y ahora, como si el tiempo se hubiese detenido y sin dejar ni un círculo gestáltico abierto. Poder parar la pelota todas las veces que lo necesitemos, para reflexionar, para saber exactamente dónde estamos parados y si estamos haciendo lo que de verdad deseamos para nosotros. Sin apuros. El mundo puede esperar.

Al principio es cuestión de práctica, de darse permiso primero para
disfrutar de nosotros mismos como nunca antes y sin ninguna tonta culpa cultural heredada y segundo para desaprender gran parte de lo aprendido y aprender a dejar de hacer, a hacer menos pero con más calidad...
Y si te sentás en algún lugar cualquiera sea -aunque estés trabajando o no precisamente descansando en casa de un largo y arduo día- poder relajarte, inspirar profundamente y... ah... sentir el placer de la existencia, desde los pies hasta la cabeza.

Un abrazo,

Klau

Claudio Fimiani
15-6534-1200/4581-9544

fimiani_claudio@yahoo.com.ar
claudio_fimiani@hotmail.com
http://claudiofimiani.googlepages.com

lunes, 4 de febrero de 2008

El sexo y la sexualidad

El sexo es hermoso. Siempre: cuerpo a cuerpo, a través de la magia de una webcam, solos o acompañados. De a dos, de a tres, de a cuatro...

Es nuestro único espacio de libertad total y absoluta, el que no lograron arrebatarnos. El sexo y la sexualidad son siempre sagrados, sublimes. Instinto animal mezclado con destellos de conciencia absoluta y de iluminación. El sexo es una deliciosa comunicación con la totalidad, con el Universo, con Dios (o como quieran llamarle). Por eso cuando lo hacemos sentimos que no somos nosotros, que nuestro ego se disuelve y que estamos poseídos por una fuerza poderosísima que hace mover nuestros cuerpos de una manera perfecta, rítmica y sentimos que salimos de nuestros cuerpos, que parecen explotar de energía y locura.

Y también, como mínimo -y si no estamos tan inspirados por las musas del amor y la pasión- es un saludable ejercicio. Es altamente recomendado por los médicos ¡y les aseguro que es mucho mejor que ir al gym...!

No metan los prejuicios, las estructuras racionales y las pautas de normalidad y buenas costumbres de esta fuckin', putrefacta e hipócrita sociedad dentro del sexo. En el sexo vale todo, siempre que sea de común acuerdo, obvio.

El sexo y la sexualidad son siempre puras y sagradas, no deberían permitir que ninguna idea de pecado o culpa les impida disfrutarlo.

Y no existe represión que logre detener su fuerza natural. Todo el que intente reprimir o controlar en exceso su sexualidad se volverá irremediablemente loco, pues estará yendo contra la naturaleza. Recuerden que una inteligencia superior lo creó así y lo hizo tan placentero, tal vez porque es además el generador de la vida.

Gocen libremente y no le pidan permiso a su papá o mamá para ver cómo tienen que hacerlo correctamente.

No sean pacatos, abran la cabeza y crezcan. Disfruten sin culpas ni tabúes pelotudos de la Edad Media. No pasa nada.

Va de onda.

Un abrazo,

Klau

Claudio Fimiani
15-6534-1200/4581-9544

fimiani_claudio@yahoo.com.ar
claudio_fimiani@hotmail.com
http://claudiofimiani.googlepages.com

martes, 29 de enero de 2008

3 tips de mi autoría para que sea más fácil dejar de fumar

Como habrán leído quienes se pasaron por mi perfil en Netlog, desde junio de 2007 dejé de fumar habiendo empezado a los 11 años... Y recién una ciberamiga de este sitio me escribió lo siguiente:

"Te felicito por lo del cigarrillo, ¿Còmo hiciste? pasame la receta."

Acá les comparto mi respuesta por si a alguien más le sirve:

Con respecto al faso, no es la primera vez que intento dejarlo, ¡esta es la vez numero quichicienta!
Incluso hubo una vuelta que lo dejé por un año enterito y después volví a caer en sus diabólicas redes de humo... así que te imaginarás que a esta altura del partido ando con más pie de plomo que nunca... Le tengo mucho respeto, ¡por no decir un terrible cagazo...!

Una de las técnicas fundamentales fue la única que descuidé en los intentos fallidos anteriores, por subestimarla, y la que me hizo caer una y otra vez:

* Evitar la gente que fuma en cuanto sea posible.
Si estás en una oficina con gente que fuma, pedir que te cambien.
Tomárselo en serio -vale la pena porque muchas veces es cuestión de vida o muerte...- y bancarse las casi seguras gastadas de los compañeros fumadorers, sean amigos o no.
Para esto se necesita una ferrea desición de dejarlo.

Y, obviamente, evitar ir a reuniones donde sabemos que la mayoría va a fumar... (te aseguro que me felicito a mí mismo haber sacrificado un poco de "diversión"...)

Lo mismo corre para algún momento de estrés muy particular e inesperado: la muerte de un familiar, un despido, un desencanto amoroso, un robo, etc., etc... En esos casos puntuales de alto estrés, ansiedad y nerviosismo, comer caramelos y tomar mucho líquido.

* A la par de todo esto, para reforzar aún más el rechazo al cigarrillo y el tabaco, salir a caminar, correr o andar en bici. Si son las tres actividades, mejor. Al menos una de ellas por semana para empezar (si es que nunca movimos un pelo en ese sentido).

* Bajar el consumo de alcohol al mínimo posible (si es que no queremos dejarlo del todo).

Todas las demás técnicas son las ya conocidas, pero yo hago el mayor hincapié en estas tres, que casualmente son las más desatendidas y descuidadas...

No digo que ya lo vencí para siempre y nunca más volveré a fumar, no lo sé, ¡ojalá que sí, porque realmente es lo que deseo! pero minimizando esa posibilidad al máximo como lo vengo haciendo, caer de nuevo es muy raro que ocurra... Y ahora tengo un nuevo síntoma muy positivo: hasta hace un mes aproximadamente cuando olía el humo del faso en algún lugar (calle, pasillo, etc.) me moría de ganas de fumar y ahora siento un rechazo total al humo, me resulta asqueroso y vomitivo, ¡literalmente tengo que taparme la nariz porque me dan náuseas!

Espero te sirva la data y mi experiencia.
¡Suerte a todos los adictos a esa mierda asesina que es el cigarrillo y quieran dejarlo!

Un abrazo,

Klau

Claudio Fimiani
15-6534-1200/4581-9544

fimiani_claudio@yahoo.com.ar
claudio_fimiani@hotmail.com
http://claudiofimiani.googlepages.com

Los que mienten la edad en Internet

Sábado a la tarde, de vuelta de la pelopincho y preparando el mate, entro al Netlog, chusmeo el panorama de los perfiles de, digamos, un rango entre 18 y 45 años y se me plantea una duda existencial: ¿por qué la gente -en especial las mujeres grandes- sienten la necesidad de mentir la edad...?

Un ejemplo se da ahí mismo, en Netlog. Todo el tiempo vemos señoras de 65 que ponen en su perfil que tienen 37 o a lo sumo 41... o sea... no es que se quitaron un par de añitos, ¡se quitaron varias sotas...!

¿No sería más saludable y honesto -antes que con nadie con uno mismo- admitir la edad que tenemos y no vivir y venderle a los otros una fantasía que más temprano que tarde se hará añicos contra la cruda realidad y terminará siendo una estafa para el otro y un mal momento para nosotros...?

Por favor, contéstenme algo más profundo que "¡bueno, es solo una mentirita piadosa, che...!".

Un abrazo,

Klau

Claudio Fimiani
15-6534-1200/4581-9544

fimiani_claudio@yahoo.com.ar
claudio_fimiani@hotmail.com
http://claudiofimiani.googlepages.com