domingo, 31 de julio de 2005

El rinoceronte agachó la cabeza en el laburo mientras la parejita disfruta en casa

Es sabido que por una cuestión obvia de dinero -mucho dinero- las publicidades, una vez se graba el mensaje en la memoria de la gente, se acortan y sintetizan. Ahora, ¿vieron la publicidad de la famosa sopa instantánea, la de Alvarez, el rinoceronte? ¿Vieron que ahora podaron una parte de la publicidad y la achicaron? Y es realmente muy sugestiva la parte que eligieron quitar. Antes, el rino se quejaba de que -creo que era al león- le pagaban mucho más que a él por el mismo trabajo y además no sé si los viáticos, la comida en tickets, o algo así. Lo que tenía de bueno es que, justamente, era la parte más cómica y a la vez tristemente real de la hasta ese entonces genial publicidad hecha con muñecos gigantes.
Y uno -como cualquier persona de clase media baja, común, simple y sencilla- podía sentirse identificado "instantáneamente" con el bonachón y "loser" personaje central, el gordito rinoceronte, típico laburante honesto, con poco tiempo y consumidor de sopa rápida. Pero ahora, nuestro amigo rinoceronte ya no se queja más. Ya no comenta nada con sus compañeros animales. Y, para sorpresa de ellos, vuelve en seguida al trabajo. ¿Qué le pasará al rino, che? No sé, pero algo nos dice por su tono que no es precisamente porque le aumentaron el sueldo, sino porque aprendió a agachar la cabeza. ¡Como el viejo oso del circo de la canción de Moris! Así que el nuevo mensaje me parece más triste aún que el anterior, amigos publicistas y consultores. Vayan tomando nota y aprovechen que no les cobro nada, que vá de onda. Y creo, humildemente, que mi opinión realmente vale porque además soy un gran consumidor de este producto, desde hace rato.

Mezclala... tomala...



Pero la cosa no termina ahí con el concepto creo que algo tergiversado -¿desesperado por penetrar mercado como sea?- y el mensaje algo confuso de esta rica y popular sopa instantánea. Ya que en el sobrecito interno (ver figura 1) podemos observar lo siguiente:
a) Primero, en las instrucciones para preparar la sopa, creemos que hay un paso, el último, que realmente está de más.

Veamos ahora las instrucciones en la imagen del sobre sopero:

figura 11) Volcar el contenido de un sobre dentro de una taza mediana.

OK

2) Agregar agua hirviendo.

OK

3) Revolver bien y listo.

OK

4) Disfrutar.

¿?

Digo yo, ¿es correcto poner 'Disfrutar' como un paso más de las instrucciones? Y si no es correcto como creo, ¿es al menos necesario?
A mí, honestamente, no me suena bien dentro de las instrucciones para preparar la sopa. Otra cosa distinta sería si al final -no en el paso 4 de las instrucciones sino como algo aparte- se leyera algo así como: Y ahora, ¡a disfrutar! Pero como un paso más creo que no queda bien. Ni siquiera se entiende, porque pareciese que disfrutar fuese un paso más necesario para su preparación. Y si seguimos en esa lógica, podríamos modificar y/o agregar un paso quinto, sexto, séptimo... A saber:

4) Sentarse cómodamente, solo, con familiares o amigos.

5) Beber la sopa de a tragos cortos y saborearla lentamente.

6) Eructar para adentro delicadamente, sin hacer ruido.

7) Pararse.

8) Lavar la taza. (si sos como el rinoceronte) / Dejar la taza a la chica de la limpieza. (si sos como la parejita que disfruta).

9) Enjuagarla. (si sos como el rinoceronte) / Dejar la taza a la chica de la limpieza. (si sos como la parejita que disfruta).

10) Guardar la taza. (si sos como el rinoceronte) / Dejar la taza a la chica de la limpieza. (si sos como la parejita que disfruta).

11) Agregue en este paso lo que Ud. prefiera.

Y así sucesivamente, hasta el infinito tal vez. Con lo cual ni mil sobres alcanzarían para escribir estas raras instrucciones para preparar algo tan sencillo y simple como una sopa rápida. Que si fuesen sólo para preparar la sopa, como se espera, deberían concluir en el paso 3.

b) Y ahora echemos un vistazo detallista a la imagen de la parejita en el mismo sobre.

Yo no quiero ser mal -o bien- pensado, ¿no? Pero, dígame usted: ¿Dónde tiene metido el brazo la muchacha? ¿Qué le está tocando a su novio con su codo, mientras él se hace el gil y mira para otro lado, como desentendiéndose de la sumamente disfrutable situación? ¿Se referían a eso con 'disfrutar'? ¡Aaah, con razón! ¡Ahora entiendo!

Y, por último, señores publicistas -esto último puede leerse con la voz del Lic. Orestes Porelorti- para disfrutar, ¿hay que ser una parejita joven que no tiene pinta precisamente de laburantes sino de que se la pasan más que bien, "disfrutando" todo el día? Pero, ¿cómo? Y el rinoceronte que labura todo el día como un animal que es, usando la cabeza y ya no se queja, ¿dónde quedó? ¿Y qué relación tiene con la parejita pequeño-burguesa que se la pasa tirada en la alfombra -o en un puff u "otomano de relax"- disfrutando?

En fin. Los dejo reflexionar. Porque a mí, me espera una rica sopita, calentita, que mientras la disfruto, me confunde bastante conceptualmente. Pero al menos me hace pensar. Y eso es muy bueno. ¿No?

Un abrazo,

Claudio Fimiani

martes, 26 de julio de 2005

¡Evita Vive!


Un día como hoy, en 1952, Eva Duarte, Evita, esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón, muere de cáncer a los 33 años.

Mi homenaje sincero pues para esta auténtica luchadora por los derechos humanos y por la dignidad de la gente, en especial de los más desprotegidos.

¡EVITA VIVE!

Un abrazo,

Claudio Fimiani
www.clauonline.com.ar
www.deArriba.com/default.asp?reff=LTC511

lunes, 25 de julio de 2005

¡Aguante el Geriátrico del Rock 'n Roll!



Primero en mi felíz niñez y luego en mi agitadísma adolescencia yo los escuchaba mucho. No sólo los escuchaba sino que los cantaba, veía sus fotos y videos y los súper respetaba, como a esos viejos rockers ya clásicos, que tienen todo el aguante. Hablo de los '70s y '80s. Y si bien nunca fui ni me consideré un "stone", reconocía que lo que hacían los "Cantos Rodados" -algunos dicen que esa es su traducción- era bueno y auténtico.

Pero luego vinieron los '90s y el nuevo milenio, y uno los siguió escuchando, en especial sus excelentes, siempre "jóvenes" y clásicos temas setentosos y ochentosos.

Pero -con todo respeto, gente- a estas alturas del 2005, ¿no están un poco podridos de estos viejitos multimillonarios cada vez más decadentes haciendo lo mismo de siempre? ¿No huelen acaso una fragancia a billete de dolar recién salido del horno, como un tufillo a curro disfrazado de El Ultimo Clásico Viviente del Rock & Roll?
Seamos sinceros, ¡estos abuelos tienen tantos millones de dólares como para que vivan como Duques, sus hijos, nietos y varias generaciones más! ¡Y por favor, no me salgan con que lo hacen por amor al arte o que simplemente 'es sólo rock and roll y les gusta'! ¡No jodamos, muchachos!

¿No es hora ya de que nos contentemos con ver sus estatuas en el Museo de Cera de Londres, por ejemplo?

Ojo, lo digo con cariño -como si se lo dijera a mi propio padre si viera que empieza a chochear y hacer el ridículo-, mientras disfruto una vez más de esta, para mí, casi "canción de cuna", que es Under My Thumb.

Pero, ¿no es siempre mejor irse sin que los echen, retirarse a tiempo con todos los honores y disfutar de una de las mejores jubilaciones de privilegio del planeta?

Pero bueno, la realidad es que, evidentemente, Dios, los Angeles, las fuerzas del Más Allá y el Cosmos en general -y también, hay que decirlo, sus fieles y sacrificados seguidores, siempre firmes junto a Mick & cia.- aún quieren que estos tipos incansables nos sigan acompañando un rato más. Y que ellos, a su vez, la sigan juntando con pala, quizás -como decía antes- para que sus hijos y nietos puedan disfrutar no sólo del rock and roll que tanto les gusta sino también de lo mejor de la vida terrenal, sin tener que laburar nunca jamás.

Y mientras esperamos que vengan a visitarnos otra vez -Olé olé olé oleeee...- sigamos escuchando Streets Of Love. Aunque yo sin embargo me sigo quedando mil veces con el "viejo" Under My Thumb.

Un abrazo,

Klau Fimiani

domingo, 24 de julio de 2005

¡Aplausos, por favor!

¡Aplausos, por favor!
Mención de Honor de Somos Actores

En Somos Actores reconocemos a la gente que hace las cosas bien, cuando lo normal es hacerlas mal.

Una breve explicación del panorama general y un escrache metafórico


La mayoría de los actores y actrices argentinos -buenos y malos, con o sin experiencia, jóvenes y viejos- estamos acostumbrados al mal trato de parte de esos malcriaditos estudiantes de Cine o carreras afines de las universidades privadas, quienes instalados en un lugar de supuesto poder -"Porque papá tiene mucha plata y me re banca, boló"- nos tratan a los actores, nada menos que su materia prima y sin quienes no harían ni serían nada, como a los "últimos orejones del tarro".
Paradojas de la vida, ellos no están dispuestos a dar nada de nada por nuestro casi siempre sacrificado trabajo. Aunque suponemos que ellos creen que para nosotros es apenas un divertimento o que somos simples enfermitos emocionales que tenemos la necesidad compulsiva de actuar por actuar para estar mínimamente equilibrados y no nos pongan el chaleco de fuerza. Y entonces sólo pueden "hacerse cargo de los viáticos, el catering y una copia del video". O sea, en criollo, tirarnos unas monedas pal' bondi, un sánguche de salame y la copia del video. Aunque "la copia del video voy a ver si te la doy, en uno o dos años, si me rogás, Ok?" Y cuando reclamás más dinero o un mejor trato, en definitiva, una relación laboral respetuosa y normal, ¡los caraduras se ofenden! Y seguramente, piensan: "Desagradecido. ¡Encima que te hago el favor de hacerte actuar, como una terapia o catarsis, ¿pretendés que te pague?!"

Yo decidí hace rato, cuando pagué mi derecho de piso y tuve la experiencia necesaria frente a cámaras luego de tres o cuatro cortometrajes, no trabajar más con estos niñitos bien. Bien miserables. Que pagan casi $500.- por mes por sus exclusivos cursos de Cine pero no están dispuestos a pagar ni $50 mangos -para ellos, un vueltito- a los actores con los cuales ejercitan y aprenden, en el mejor de los casos, a ser alguien en la vida. Por lo tanto, que no nos respetan y nos subestiman al punto de exigirnos de mala manera cosas como concurrir a uno o dos castings en la loma del peludo a horas super incómodas o inseguras, puntualidad, excelencia actoral, sacrificios, escenas que sólo haría un doble de riesgo por mucha dinero, condiciones laborales realmente riesgosas, laburar como esclavos en condiciones infrahumanas, etc., etc. Y todo esto "ad honorem" porque, dicen: "¡Las apariencias engañan! ¡La verdad es que somos pobres estudiantes y no llegamos con la guita, boló! ¡Papa sólo nos banca la cuota!"

Por esto, me parece sano destacar a quienes no forman parte de esta gran camada de jóvenes chantas, hijos de una cultura putrefacta de la cual creo que casi todos los argentinos estamos realmente cansados de padecerla pasivamente y seguir tolerándola.
Ojo, sé que no es bueno meter a todos en la misma bolsa y generalizar. No estoy diciendo acá que todos los estudiantes de cine de las privadas son truchos ¡No! Sé que hay mucha gente talentosa y capaz en las universidades privadas y de hecho me consta por propia experiencia, ya que me ha tocado laburar con gente de las privadas que realmente también fue un gusto y un honor. Entonces es bueno aclarar que hay muchas excepciones a esta regla. Un ejemplo concreto es alguna buena gente de la escuela de Subiela, como Ezequiel Inzaghi, Pablo Olmedo, etc. Y sé que hay muchos más. Como supongo que, a la inversa, habrá muchos estudiantes de la UBA que no están a la altura de la prestigiosa institución.

Vayamos ahora al objetivo central de esta nota

Resulta que hace unas semanas me llama una cordial muchacha llamada Anabela Gilardone, de parte de Hernán Martínez Hazzán, egresado él de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA, con quien también tuve el gusto de laburar hace un par de años bajo su dirección en el cortometraje "El denunciante", haciendo el protagónico junto a la talentosa actriz Judith Schmorak. Y Anabela, estudiante del último año de la misma carrera -Diseño de Imagen y Sonido en la UBA- me propone un trabajo de sólo unas horas, en total fueron 7 ú 8, como mucho, para la materia Dirección de Actores donde tenía yo que hacer junto con una actriz un "work in progress", es decir una especie de ensayo general en vivo de una escena de la película "Luna de Avellaneda". Y, oh sorpresa, sin que yo llegue siquiera a aclararle que ya no trabajo ad honorem, me ofrece con la mejor de las ondas $50.- por el trabajo. Por supuesto que siendo estas las condiciones, acepté y me comprometí de inmediato.

Lo único que tuve que hacer fue un ensayo de cuatro horas como mucho en la casa de una de ellas. Encima cerca de mi casa. Y al día siguiente otro ensayo de un par de horas pero en el aula frente a los profesores y un poco de público.
Y no sólo esto sino que además el trato de todo el grupo para conmigo fue excelente. Y mucho más cuando les aclaré que no me agarraban precisamente de buen humor porque estaba aún con el duelo por el fallecimiento de mi madre hacía muy poco tiempo. E incluso soportaron con la mejor buena onda varios desbordes, berrinches, caras de traste y quejas de mi parte producto de tal situación. Y como si fuese poco tanto profesionalismo, ¡se pusieron con facturas, mate, café y hasta me llevaron en auto a Ciudad Universitaria! Y todo esto con la mejor onda y predisposición, insisto.
En pocas palabras, ¡me trataron como si fuese Ricardo Darín! O mejor todavía, ¡como un ser humano!, cosa que mucha "gente" -y esto sucede en todos los ámbitos- parece haber olvidado en estas épocas infames y andan por ahí tratando a todo el mundo como simples objetos para usar y desechar.

Además de todo esto y de recibir reiteradas felicitaciones por nuestra actuación una vez terminado el ejercicio, a los dos o tres días recibo este inesperado mail de Anabela:

"Devolución de dirección de actores
Hola Sabri y Claudio,
Bueno, este mail es para decirles que los docentes se quedaron más que conformes con el ejercicio. Sabri, calculo que Marian te habrá comentado algo, pero de todas formas les quería agradecer personalmente, aunque sea por mail, ya que estuvieron muy predispuestos y eso se notó. Más allá de que la evaluación era más que nada la dirección, de verdad que los docentes elogiaron muchísimo el trabajo. Esto no lo esperábamos tan así, por lo que el martes nos fuimos muy contentos y conformes. Y esto en gran parte fue gracias al trabajo de ustedes.
¡¡Así que gracias nuevamente y mucha suerte!!
Ana".

Los castigados actores y actrices argentinos, acostumbrados y muchas veces lamentablemente resignados al mal trato, que lean esto, van a entender en seguida el porqué de esta mención de honor. Porque en este medio y en nuestro Buenos Aires querido, no es frecuente encontrarse con verdaderos profesionales -menos siendo aún estudiantes- y que además sean buena gente.

Entonces:
Anabela Gilardone
Mariana Cencic
Fernando Diez
Damián Fain


Cátedra: González
Materia: Dirección de actores, de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido (FADU-UBA).


Somos Actores pide aplausos de pié para esta gente, por favor.

¡Y esperamos que sea contagioso!

Un abrazo,
Claudio Fimiani
Somos Actores
http://www.somosactores.com.ar

sábado, 23 de julio de 2005

Acerca del nombre de este Blog

Lo denominé simplemente Claudio Fimiani porque se trata de mis pensamientos y refexiones, de mi propio mundo.
Y además porque ponerle, por ejemplo, Las reflexiones de Claudio Fimiani, no queda bien. Es poco serio. Y si bien puedo ser un tipo super divertido, en esencia también soy un tipo serio, aunque Ud. no lo crea.
Entonces, descartado ese título, aunque tenga mucho que ver con lo que hago en este espacio, es decir reflexionar y compartirlo con vosotros, seguí elucubrando nombres y dí enseguida con Las columnas de Claudio Fimiani. Y tampoco me cerró. Una cosa es decir "Escribí una columna" o "Soy columnista en tal medio" --lo cual también es cierto-- y otra ponerle de título Las columnas de Claudio Fimiani. No suena nada bien. Primero, porque uno en seguida se representa mentalmente que tengo varias columnas vertebrales. Y eso no es cierto. Tengo sólo una como todo el mundo. Además, teniendo en cuenta una pequeña escoliosis diagnosticada en mi juventud con la cual si bien no soy el jorobado de Notre Dame tampoco soy una bailarina del Colón, francamente el orgulloso título anterior es poco menos que un chiste de mal gusto.

Básicamente por eso y porque aunque somos simples almas encarnadas en un simple cuerpo y con un nombre y una cultura prestados, uno se acostumbró a ser el cuerpo que tiene, a ser el nombre que le pusieron, a identificarse con la ropa que uno usa, con sus objetos, tareas, etc. Por eso, como puedo decir que soy Claudio Fimiani y soy lo que digo, uso, hago, etc. y porque --aunque Ud. no lo crea-- me considero además un tipo simple, sencillo y detesto las cosas complicadas y me gusta ser entendido por la mayor cantidad de seres posible --sean humanos o no--, llamo a este mi Blog, simple, sencilla y descomplicadamente, Claudio Fimiani. ¡Qué joder...!

Un abrazo,

Claudio Fimiani

http://claudiofimiani.googlepages.com
www.deArriba.com/default.asp?reff=LTC511

viernes, 22 de julio de 2005

Saludos globales

En este breve pero no menos emotivo acto, siendo las 6:30 de la madrugada de un helado viernes 22 de julio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, Sud América, Planeta Tierra, etc., etc., infinito incluido, doy por inaugurado mi Blog.
Tal vez Ud. me dirá: "Ahá, ¿y...?".

Y nada, eso.

Un abrazo,
Klau Fimiani